Nantli con Àngeles

No renuncias a tu fuente de dolor, porque crees que es tu fuente de amor.

Mi historia es muy ordinaria, no tiene nada de especial y una de cada cuatro mujeres es víctima de violencia intrafamiliar, tan solo en Alemania*, un país libre y democrático, sin querer profundizar en la política y desconociendo como es la tasa de violencia doméstica en mi país de origen me atrevo a contar mi historia, cómo ya lo dije, una muy ordinaria y lamentablemente algo común en nuestra sociedad a nivel mundial. 

Llegue a tener un castillo hermoso, decorado con piedras preciosas y un acabado perfecto, el paisaje que podía ver desde mi ventana en el era abundante, lleno de vida y de futuro, estaba lleno de fe y de amor, era un paisaje maravilloso, me sentía la reina de todo, lo que nunca imaginé era inminente, mi castillo familiar tenía una base inestable, y al pasar de los años, de las experiencias y de ir madurando en la vida, me di cuenta que vivía una ilusión en el castillo, muy limitada, era como si tuviera cadenas invisibles que no me dejaban avanzar más allá del paisaje en donde estaba mi Castillo hermoso, lleno de luz, pero construido en arena. Nunca imaginé que los cimientos no eran fuertes.

Mi esencia se fue esfumando, lo tenía todo y estaba abrumada con la vida, no podía ser realmente feliz y eso me carcomía, “¿Cómo puedo ser tan malagradecida?” Me repetía día con día, en ese momento no veía las señales que tan sutilmente me enviaba la vida, bien dicen que el amor es ciego, nunca comprendí esa frase hasta que la viví en carne propia. Lo teníamos todo, en el pasado habíamos sido tan felices, él fue realmente el amor de mi vida, fuimos un equipo, ¡Nos amamos tanto!, hicimos de todo para poder sanar juntos, más no lo logramos.

En algún momento y sin darme cuenta mis cadenas se volvieron tan pesadas que me quedé inmóvil, no lo vi venir, no me preparé para ello y me tomó por sorpresa, cuando identifiqué el abuso emocional que viví por años quise escapar, más las manipulaciones eran tan sutiles y estaban disfrazadas de tanto amor que dude mucho de mí y de mi salud mental, llegue a pensar que era parte de la vida, vivir maltrato, hablarlo, intentar ser mejor y seguir adelante, mi abuela decía que el Marido que había escogido era para toda la vida, y era mi responsabilidad arreglarlo, quedarme con él hasta el final tan románticamente “en la salud y en la enfermedad, en las buenas y en las malas”

¿Una separación? ¡Jamás! Había que hacerse responsable de la familia e intentarlo, no había más…

Esos pensamientos y tantos otros limitantes me mantenían “Tibia” sin saber que hacer, era díficil distinguir el maltrato emocional que había vivido por años, al ir quitando esas capas de esos pensamientos que no eran míos pude reconocer el maltrato que vivía mi hijo mayor, era como ver en un espejo lo que me pasaba a mí, pero a la doble potencia, no podía seguir pensando que eran acciones sin querer, que se iba a arreglar, no podía permitir el maltrato constante e inconsciente de mi pareja, pero como ya lo dije antes, me quedé inmóvil, sin fuerzas, y no sabía como liberarme de esas cadenas tan pesadas que me ataban a mi hermoso castillo de arena.

Decidí dejar de callar y comencé a buscar información, decidí actuar y por cada paso que daba las cadenas iban siendo un poco más ligeras, ¡literal!

Me costó mucho salir del círculo vicioso del maltrato, después de lo peor seguía siempre la luna de miel, las cosas lindas y bonitas que llegaban inmediatamente después al “explotar la bomba” me hacían pensar que aún se podía arreglar, seguía teniendo fe y luchando por mi familia perfecta, por el hombre que elegí como Compañero de vida y por mi bienestar financiero, no fue nada fácil y no logré mucho de lo que me propuse en aquel tiempo como meta, pero hoy por hoy puedo decir que con cada paso logré alcanzar un lugar más sano.

Y aunque mi cuento de hadas se derrumbó al igual que mi castillo, aquí sigo, y como dice Tania en su libro: “Tu vida es el salón de clases donde te observas o sigues creyendo que la noche es de día” y para poder empezar de nuevo, hay que estar muy roto, en lo más bajo que nos lleve la vida, pues solo así buscamos un cambio, no lo hacemos en los tiempos que creemos lindos o en la zona de confort, buscamos trascender cuando estamos cansados, cuando ya intentamos de todo solos y nos damos cuenta de que no podemos, cuando nos rendimos y decidimos voltear al rededor y pedir ayuda… ahí empieza el despertar… se cae la venda de los ojos y ese amor ciego se vuelve vidente, ya no quiere ocultar la verdad tras historias del pasado, es el hoy lo que importa y si hoy no me siento bien y no soy feliz, se abren opciones, caminos alternos…

Aún hay tanto que aprender, el camino borrascoso aún es largo, pero hoy por hoy, no me callo, no lo oculto y no lo escondo, fui y soy víctima de violencia intrafamiliar, de acoso, de manipulación, de abuso de poder y de violencia económica, de violencia física, me han querido privar de mi libertad temporalmente y me han obligado a hacer cosas que no quería bajo el velo del amor, hoy por hoy sé que eso es violencia, que no es sano y que no se debe permitir ni por amor ni por nada del mundo.

El problema de muchas da nosotras es que no sabemos realmente que es violencia, nos imaginamos la violencia con golpes drásticos y maltratos muy extremos como en la tele, más no es así, la violencia se esconde decentemente en el amor, en una relación aparentemente sana, y al no estar informadas no nos enteramos, es por eso que decido no callar más y alzo mi voz, para que ninguna más viva en la obscuridad de la ignorancia.

Si te sientes controlada en cualquier ámbito de tu vida, si tu pareja te limita el dinero o te controla por esa parte, si eres dependiente de otra persona y lo usa para manipularte, eso no es sano, si te agreden, utilizan tus duelos para hacerte daño, para hacerte cambiar de opinión, si te amenazan o te humillan no es una simple pelea, es violencia y no lo tienes que permitir o recibir ni por amor ni por lealtad, hay muchas formas de violencia, no solo la extrema, espero estés sana y salva y llena de amor propio para reconocer a tiempo lo que yo no vi venir. 

Te abrazo y te entiendo, Karely.

Fuentes:
*AWO Beratung bei Häuslicher Gewalt, Koordinierungs- und Beratungstelle.
*Tania Karam. 2020, RenaSer, supera cualquier crisis y conoce tu verdadero valor.

Ojalá que llueva Café

Mis parpados se sienten pesados más, no puedo cerrar mis ojos para descansarlos un poco, mis ojos duelen ligeramente como cuando trabajo demasiadas horas en la computadora, mi primer impulso es ir a la cocina a prepararme un café, ¿Cuándo fue que decidí hacer del café mi ritual de las mañanas? ¿Lo aprendí de mis padres, comencé a tomar café cuando me hice adulta? La verdad no lo recuerdo y el sentimiento de cansancio y de búsqueda que tiene mi cuerpo no ayudan mucho a encontrar tales respuestas, siento la boca seca, el olor cálido a café me da paz por un instante, al beber un sorbo y quemarme la lengua recuerdo que no puedo tomar café hirviendo, no me gusta, prefiero añadirle un poco de agua al tiempo, ahh, así tibiecito me gusta más,  al instante inmediato logro cerrar por un momento los ojos, se siente bien, más la pesadez de mi cansancio no alcanza para mantener los ojos cerrados por más de un instante, no logro dormir, no logro pensar, no logro ni siquiera concentrarme en leer algún párrafo de ese libro a medio terminar que llevo cargando en mi bolsa más de un año de aquí para allá,  me siento sin fuerzas, cansada, apática...me siento rota, no sé si mi dolor emocional es grande o pequeño, pero se siente constante, todo el tiempo está ahí,  recordándome que no se va a ir así como así, me reta a mirarlo, a jugar y a pelearme con él, hasta que por fin lo abrazo y puedo ver la bendición escondida que ahí yace, no es fácil, pues el dolor es palpable, se siente y se vibra, el ego me grita que hay que hacer algo, revancha, pelea, lucha... más no puedo responder, pues me he rendido ante todo... me he rendido al silencio, al cansancio, a la lucha, porque quiero paz. La Paz viene de adentro, de adentro de mi ser, busco fuerza en la adversidad y muchas veces me funciona, más hoy no puedo, me siento rota, cansada y el café no alivia mi dolor, pero lo mitiga, lo hace más llevadero... hoy estoy rota y no puedo más, pero intentaré dormir y soñar con la paz, mañana será bonito y ojalá que llueva café. 

Cuando el río se desborda

Y de pronto un día te das cuenta de que no quieres más de lo mismo, que tus NO negociables se vuelven cada vez más grandes y que si aún estás dudando y pensando que es lo que sigue, ese traspaso de límites entre una relación que no debió haber sido… te orillan a tomar acción, porque el universo escucha lo que decimos con atención, pero no nos cree del todo, el universo vibra con nuestra energía y si nuestra energía alrededor es tóxica y nos hace daño y nosotros aún no somos lo suficientemente conscientes para reconocerlo, la infinita sabiduría del universo SI, y para entender que un vaso está realmente lleno tenemos que ver que el agua se desborda, palparlo y reconocerlo, al no hacerlo seguimos sirviendo más y más agua, sin darnos cuenta de que ese vaso lo que necesita es un “tiempo fuera”, nos empeñamos en seguir llenando el mismo vaso, y en realidad podríamos repartir esa agua desbordante a muchos vasos sin que ninguno desperdicie el agua tirándola porque ya no le cabe más…

Y es así como en un instante todo cambia, las circunstancias, la falta de consciencia, decidimos vendarnos los ojos con nuestro mundo banal, trabajando de más, ayudando a otros a manos llenas, viendo por ellos, así no tenemos tiempo de ocuparnos de nuestros “baustellen“* en la vida… optamos por los excesos, por escapar de la realidad sin ser conscientes de que funciona, pero solo por un tiempo determinado, lo que hacen estás distracciones es que atrasan el avance, retienen “el agua que ya no tendría que ponerse en ese recipiente“, es por eso que cuando se desborda todo se hace un caos y nos cae como balde de agua fría, los indicios y las señales ya estaban ahí, ya las habíamos visto, pero decidimos ignorarlas en nuestra falta de visión, pensábamos que si no les tomábamos importancia, que si las ignorábamos se iban solitas… el problema es que lo hemos entendido todo mal… nuestros issues* no se van si los ignoramos o haciendo de cuenta que no pasa nada, se desvanecen solitos cuando les damos el espacio necesario para observarlos y para ser sanados…

No importa cuanto toleremos, la vida y el universo son tan sabios que aunque decidamos ignorar lo que tenemos que trabajar y sanar nos darán cuantas oportunidades sean necesarias para trabajar lo que toca, una y otra vez hasta que nos caiga el veinte de una buena vez, no para sufrir, ni cambiar, sino para transformarnos y trascender, subir de conciencia y elegir por sobre todo el amor…

El amor propio, siendo nosotros leales a lo que somos, a lo que realmente queremos, protegiendo nuestra esencia de todo intento de apagarla, cuando reconocemos nuestra grandeza y lo valiosos que somos como seres humanos por el simple hecho de serlo, el universo vibra con esa energía y da igual si tenemos medios económicos o no, nos volvemos abundantes y ricos en todo sentido, en amistades, en experiencias mágicas que trascienden todo tipo de fronteras, nuestros guías nos aplauden y nos acompañan para seguir trascendiendo el sufrimiento, transformándolo en amor.

Sé que cuando el río se desborda sentimos ahogarnos y es legítima esa sensación, porque se siente tan real, yo he estado muchas veces ahí y he sentido no poder contra corriente y ahogarme en todos mis problemas, en esa corriente de sucesos que me sobrepasan y me hacen sentir sin aire, sin fuerzas para intentar salvarme… pero también he sobrevivido al desborde de energía y de apego, he sobrevivido a mis momentos no negociables y me han hecho más sabia, más compasiva conmigo misma y he crecido y he reconocido mi grandeza… No tengas miedo cuando el agua se desborde del vaso, cuando la bomba exploté o cuando el río se salga de su cause, es un caos y es un momento lleno de incertidumbre y de desafíos, pero recuerda que a eso hemos venido a este plano… a admirar la grandeza del universo, a realizar nuestros sueños, a enfrentar nuestros retos y a aceptar lo que venga, lo que resistes persiste y lo que acoges se amolda a tus necesidades, la vida es tristeza, supérala, la vida es una promesa, cúmplela, la vida es una canción… cántala…*

*baustelle= del idioma en Alemán, obra en construcción.

*issues= del idioma en Inglés, cuestiones, asuntos.

*Canción de la vida, Sat Gurprasad-Mirabai Ceiba

Meine Geschichte

Foto:pixabay

Meine Geschichte;

Ist nicht leicht aber auch nicht so kompliziert, ist nicht so gewöhnlich aber auch nicht so selten,

Sie ist einfach eine mehr oder eine weniger, je nachdem wie man es betrachtet.

Ich schwitze und mein Kopf tut so weh, es fühlt sich total warm an, es druck an der Stirn und es fühlt sich schwer, ich kann meine Angst fast riechen es ist alles so laut was gerade passiert, ich bin total verunsichert, ich weiß ich bin ausgeliefert, dieses Gefühl begleitet mich schon länger, es ist als ich eingeengt in eine Sackgasse umzingelt von Wölfe wäre, es gibt keinen Ausweg, keine Tür, keine einzige Rille wo ich mich weg schleichen kann, die Wölfe kommen langsam näher und werden lauter, aggressiver, hungriger, sie wissen ganz genau sie haben mich endlich besiegt, denn sie sind stärker, sie sind viele und ich bin alleine so machtlos und ausgeliefert.

Ich kann nirgendwo weg, sie haben die Kontrolle über die Situation und sie wissen es… Ich nehme es auch wahr und realisiere, dass es bald vorbei sein wird, ich habe fürchterlichen Angst, ich schwitze überall, meine Hände sind Klitsche nass, mir läuft das Wasser aus der Stirn, ich fühle mich kraftlos, meine Beine werden immer schwerer und weicher so als sie mich nicht mehr richtig halten wollten, konnten… Ich kann mich kaum aufrecht halten ich weiß ich kann nicht mehr weg ich bleibe Starr und voller Schock ich fühle mich so klein und minderwertig aber mir gelingt trotzdem mich  den Moment zu begeben,  ich weiß ganz genau das war’s, bald ist es vorbei… Ich akzeptiere die Situation, wenn die Wölfe noch einen Schritt näher kommen, dann haben sie mich, dann ist es alles auf einmal vorbei, ich spüre es und gebe auf, ich halte nicht mehr die Gedanken fest, dass ich mich sofort in Sicherheit bringen muss, ich lasse die Kontrolle los, ich erkenne, dass bald, sobald sie bei mir sind, das Leid, die Angst und die Unsicherheit werden verschwinden und nicht mehr von Bedeutung sein.

Ich gebe auf und bin dankbar, dass es bald vorbei ist, ich kämpfe nicht mehr dagegen, es wird alles gut, es wird alles gut gehen, es wird alles gut…

Los caminos de la vida no son como yo pensaba…

escuela, colegio
Foto: Pixabay

La pandemia también me enseño a aceptar el proceso y el rumbo soltando el control pues no puedo controlarlo todo.

No es un tema nuevo lo que te voy a contar, llevamos poco más de dos años luchando contra lo inevitable, vamos contra corriente y nuestro mundo se puso de cabeza desde que “El Bicho” entro a nuestras vidas…

Para serte sincera yo también era de las que pensaba que esto es una locura, un chiste mal contado, un intento de los más altos ejecutivos que dirigen al mundo para mantenernos a todos controlados, de alguna manera lo sigo pensando, pero esto es solo mi pensamiento personal sin hechos ni fundamentos tangibles, sin embargo;  mi forma de ver la situación ha cambiado, te cuento…

Este chingado bicho aunque no queramos llegó para quedarse, me atrevo a pensar que ha desarrollado un poco de las características de la resiliencia pues en el intento de sobrevivir ha sabido transformarse y cambiar sus características principales para poder persistir… no podemos culpar a teorías mundiales o delegar nuestro poder, esto es real y muy palpable, me recuerda a esa frase tan sabia que dice; “Lo que resistes persiste” y si… llevamos tanto tiempo invirtiendo fuerzas en tratar de hacer al bicho más indefenso de lo que en realidad es y él por su parte, sigue y sigue mostrándonos lecciones de vida cada día… y es por eso que te voy a contar la mía:

Carl Gustav Jung (1875-1961)

Estoy pasando por un momento duro, estoy por segunda vez en cuarentena, esta vez directamente con el Bicho en mi cuerpo y aislada totalmente de mis hijos y de mi entorno familiar, de mis amigos y mascotas, no me malinterpretes sé que pudo ser peor pero déjame sufrir y ahogarme en este vaso de agua, que la verdad es una situación que me frustra mucho en este momento de mi vida.

Antes de seguir quiero expresar mi respeto y compasión por todas esas almas que eligieron irse de este plano en medio de esta pandemia, las admiro y las honro, así como siento y  acompaño en su dolor a todas las personas que puedan estar sufriendo perdidas familiares o de amistades debido a este virus tan resiliente.

¿Te conté que mi hijo menor ya tiene 6 años y está listo para ingresar al cole?

En efecto, puntualmente antes de entrar al cole ha perdido sus dos dientes frontales y está listo para continuar con esa aventura tan incierta y fantástica como lo es el crecer.

Es un niño extraordinario, que te puedo decir yo que soy su mami, me llena de alegría su forma tan amorosa de ser, su forma tan simple y lógica de ver la vida, súper relajado y sin complicaciones, en verdad en una bendición verlo crecer.

El próximo sábado será su “Einschulung” que es el primer día de escuela, en Alemania, un pilar superimportante en la vida de un niño, pues bien y gracias al bicho yo no podré estar en este día especial de mi niño, lejos de quejarme y de enojarme con la vida te voy a explicar por qué estoy tan agradecida de que esto haya sido así y no de otra manera:

  • Estoy completamente Consciente que, aunque no lo entienda aún y sea duro vivirlo de esta manera, siendo mi niño aún tan pequeño: No hay hoja que no caiga sin un solo propósito y confió en la sabiduría del universo y en su inteligencia infinita.
  • Acepto el proceso amorosamente, sé y confió en que es para el más alto bien de todos nosotros los involucrados.
  • Tengo mucha aceptación con el momento, pues comprendo que como está situación habrá probablemente muchas más en las que quizá no pueda estar presente físicamente acompañando a mis hijos en sus logros más importantes, pero también sé que eso no impide mostrarles el amor y la admiración que tengo hacia ellos y que no importa si no estoy físicamente a su lado, siempre les estaré enviando la mejor de las vibras y  todo mi amor.

Esta prueba la veo como una oportunidad de crecer y de aprender a valorar lo que muchas veces damos por hecho, nos los cuentan en los libros, lo vemos en las películas, pero nunca aprendemos en cabeza ajena lo que es realmente valorar lo que antes era tan cotidiano y ahora es una excepción a la regla.

¿Quién diría que poder abrazarnos y celebrar grandes fiestas sería algo que nos pudiese perjudicar algún día?

Si has llegado hasta aquí te agradezco de corazón por leerme, en verdad ha sido mágico y sanador poder compartirte mi frustración y enojo y a la vez mi aceptación y confianza… la verdad la escritura siempre ha sido mi válvula de escape, es mi fórmula mágica para ver el mundo con otros ojos y esta vez no es la excepción, te agradezco por acompañarme en cada línea y te pido un último favor:

Porfa tomate una foto y postéala en tus redes taggeandome con la frase: “Kayden, el amor de tu mami es tan grande que llega hasta ____ feliz 1.er día de Cole” no importa el lugar del mundo en el que te encuentres, si estás cerca o muy lejos, te lo agradezco de corazón y espero verte pronto por estos rumbos. Gracias, Gracias, Gracias.

https://www.instagram.com/nantli_crianza_consciente/

Fluir como el agua

Bild von <a href="https://pixabay.com/de/users/tama66-1032521/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=1591567">Peter H</a> auf <a href="https://pixabay.com/de/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=1591567">Pixabay</a>

5:30 de la mañana, me levanto un poco desorientada y aún no sé bien en donde estoy, mi boca se siente seca y mi lengua un poco adormecida al igual que la mayor parte de mi cuerpo, abriendo los ojos me doy cuenta de que estoy en mi recámara, estiro mi mano con mis dedos entumidos para coger el móvil, ¿En qué momento me volví un robot? Desbloquear el móvil navegar por WhatsApp, Facebook, Instagram, Pokémon Go, todo en ese orden y darme cuenta de que he perdido nuevamente 20 minutos de mi día sin ser consciente, no importa, lo vuelvo a intentar, mis pies tocan el suelo frío provocado por la fresca mañana que ha traído este nuevo día, me levanto y ando, me miro el suficiente tiempo al espejo para saber que necesito descansar un poco más, la lista interminable de pendientes no me permiten lavarme los dientes tranquilamente, nuevamente me atrapo siendo inconsciente del aquí y el ahora, mi mente está acostumbrada a navegar sin rumbo, ¿Será posible que pueda cambiar mi forma de ver las cosas, de añorar el pasado y esperar con ansias el futuro en lugar de vivir el hoy? No lo sé, pero al escupir el agua y los residuos de pasta de dientes me miro nuevamente al espejo y decido intentarlo de nuevo… “Sé que puedo” me repito mentalmente.

¿Me pregunto cuál es el punto medio entre fluir y no seguir en piloto automático? La clave es ser consciente de ello, dicen por ahí, yo me atrapo tantas veces navegando en la nada y al hacerlo consciente nada pasa más que la oportunidad de un nuevo intento… que cansado es a veces esto del enfoque, sobre todo porque estoy acostumbrada a querer abarcar todo en perfecto control, aún sabiendo que esto es meramente imposible. ¡Que Dilema!

Fluir, fluir con la corriente, respetar los procesos, aceptar que nuestros hijos tienen derecho a decidir y tomar decisiones respecto a su vida, nos guste o no, es su derecho divino, siendo esto tan lógico ¿Por qué nos aferramos a lo que no está pasando en lugar de aceptar lo que sí? Yo francamente no lo sé, quizá porque simplemente nos gusta complicarnos la vida… ¿Será?

Pero como puedo ayudarme a fluir…

Aceptando lo que no puedo cambiar,

Aceptando mi realidad y lo que estoy viviendo, confiar en el proceso y fluir… se escribe fácil, practicarlo es un poco más complicado, pero no imposible, acompáñame a fluir, a reírme de mis errores, a aceptar mi realidad aquí y ahora y te invito a que aceptes la tuya, con tus no Gos y con tus Yolos, aquí y ahora. Hecho está.

Despúes de la pandemia

pixabay

Quizá muchos de ustedes no lo sepan, pero precisamente un año antes de la pandemia yo estaba pasando mi propia crisis existencial, en mi caso fue un trauma no tratado a su debido tiempo que me llevo a mi propio confinamiento interno.

Un día inesperado comenzó todo, me sentí inmóvil, indefensa, simplemente mi careta de mujer fuerte y alegre se cayó en pedazos frente a mí, y sin poder reaccionar o sin poder hacer nada para contenerla, sucedió… Simplemente pasó, siendo un ser humano real elegí esconderme en una careta de bienestar emocional, en realidad quería estar bien, fluir, ser la mejor madre y amiga, ser la mejor esposa, pero siempre había algo que me impedía lograr estar bien conmigo misma, ya no pude más, me caí en pedazos, es por eso que me tomé un tiempo tan largo y deje de hacer lo que más me ha ayudado a sanar mi alma: escribir.

Viví muchos bloqueos, auto-sabotaje como tantas veces lo hice antes inconscientemente para protegerme del dolor que era inevitable vivir. Así lo había elegido mi alma y quién era yo para negarme a tal experiencia, si todo es digno de ser vivido. En ese momento no lo sabía, mi primer impulso fue la resistencia al presente, resistencia a vivir la realidad, mis exigencias y expectativas me llevaron a frustrarme demasiado hasta caer en lo que en ese momento era inevitable, una ola de depresión emocional de la cual ya no podía salir sin ayuda, así que pedí ayuda y espere a sanar, le di espacio y voz a mi cuerpo, a mis emociones, decidí darme tiempo para volver a escribir y fue entonces que me dije: “Cuando pase la pandemia volveré a escribir” y así pasé todo un año esperando a que pasara lo que estábamos viviendo y nuevamente elegí NO VIVIR EN EL HOY, nuevamente cedí mi poder a los sucesos externos en lugar de abrazar el presente.

Es por eso que estoy aquí escribiendo estas líneas, yo sé que muchos de nosotros estamos viviendo conflictos internos que no hablamos con nadie, esperamos a que pase y perdemos la oportunidad de disfrutar el presente, sé que queremos ser positivos y a veces no podemos, algo que solemos olvidar es que tenemos la capacidad de elegir de nuevo nuestro rumbo y pensamientos, más no por cambiar de forma de ver las cosas, los pensamientos actúan por arte de magia, así como nos llevó toda una vida autoconvencernos de que no servimos o no merecemos lo que tenemos también cuesta trabajo y tiempo entrenar la mente y renunciar al papel de víctima, lo tenemos tan impregnado que muchas veces no nos damos cuenta, estoy escribiéndote esto para decirte que no estás solo, que a mí también me pasa y que no es fácil, que el mundo se detiene y siento que no tengo fuerzas para seguir, para ser madre, para ser esposa o para ser amiga.

No podemos predicar con palabras si no aplicamos lo que decimos, nuestros hijos no nos escuchan, pero nos ven todo el tiempo, que sepan que parar y mostrarse vulnerable no es un aspecto negativo de la vida, es simplemente parte de, que tengas un gran día.

Si has llegado hasta aquí te doy las gracias por tu tiempo, por leerme y por impulsarme a seguir escribiendo.

Verbo mata carita o ¿Cómo era?

La verdad si soy verbo pero hoy no te voy a hablar de ello, lo que me motiva a volver a escribir hoy es poder expresar y reflexionar sobre una frase que leí alguna vez o tal vez escuche por ahí…

“Se Consciente de tus actos, porque  puede que tus hijos no te escuchen, pero te observan todo el tiempo”

Ahora que mi hija mayor es casi toda un adolescente me doy cuenta de que aunque pareciera que no me toma en cuenta o no me escucha, todo el tiempo me osberva.

Ahora lo reconozco en sus reacciones cuando es compasiva, cuando es amable, pero tambien me vuelvo a reconocer en ella cuando pierde la paciencia y grita y explota por cosas que no merecen la pena.

Cuantas veces intenté mantener la corduda  sin lograrlo, muchas veces pasan las discusiones y peleas en familia porque no sabemos comunicar lo que necesitamos al momento, ya nos lo puso Maslow en una piramide super linda, nuestras necesidades físicas y emocionales necesitan ser cubiertas lo más pronto posible para nuestro bienestar; Si necesitamos un espacio a solas, o comer algo delicioso porque nuestra alma nos lo pide, hacer deporte, jugar, leer un libro es necesario decirlo y cubrir esa necesidad ya sea nosotros o ayudar a nuestros hijos a relaizar ese deseo.

Estamos acostumbrados a actuar en automatico que se nos olvida parar y escucharnos a nosotros mismos, con lo simple que es quedarse quieto, parar y decir: “¡Necesito una pausa!” Tanto a tí como a tus hijos les hará bien poner un límite y decir ALTO, en esta vuelta me bajo, a la otra me vuelvo a subir, acuerdate que aprenden mucho más con el ejemplo que con las frases con las que predicamos los papás tan monotonamente para nuestros peques.

¿Estás cuidando de tí? ¿Escuchando lo que necesitas y dandote amor y espacio para recibirlo?

Al ser padres de familia tenemos una responsabilidad muy grande, y no es el solo hecho de dar alimento y sustento a nuestras bendis, también necesitan tiempo de calidad, amor, apapachos, y actividades que los incluyan y los hagan sentir amados y que sepan que son dignos de amor por el simple hecho de estar en este mundo, no hay nada que necesiten hacer para que mamá o papá los amen más… ¿Ya le has dicho eso a tus hijos últimamente? Es importante vivir la vida que queremos que nuestros hijos aprendan de nosotros, demostrar nuestros sentimientos, darnos nuestros espacios, poner límites sanos, decir que no cuando no queremos o no tenemos ganas de algo… así y solo así viviendolo y experimentandolo lo van a aprender, no hay mejor escuela en la vida que la convivencia en el hogar, nuestra casa es el primer lugar en el que nuestros hijos pueden sentirse libres y seguros de experimentar cosas nuevas y probar hasta donde pueden llegar, eso es muy importante y super básico para poder vivir sanamente en una comunidad, les servirá para todas sus relaciones y toda su vida.

Recuerda que nunca es tarde para hacer consciente lo inconsciente, y todos nosotros padres de familia primerizos e inexpertos podemos poco a poco ir sanandonos y ayudar a nuestros hijos a que no necesariamente crezcan en la adversidad, tambíen se vale crecer en un ambiente lleno de amor y compasión.

¿Apoco  no te hubiese gustado?

Criar conscientemente también es fluír con los desafíos.

Querida Mamá, querido Papá:

Después de una larga y obligada pausa (que ya te contaré a su debido tiempo más a detalle) vuelvo a este espacio que con tanto cariño e ilusión cree para nosotros. ¡Bienvenido de  nuevo a nuestro espacio consciente de crianza!

Para mí, la crianza consciente definitivamente es fluír… con los errores, con la monotonía del diario, con los problemas y desafíos… es darte un respiro y realizar que eso que está pasando lo creas bueno o malo trae consigo una bendición y un aprendizaje, independientemente si somos capaces de reconocer la bendición y aprender de lo vivido.

Fluír se escucha super bonito en los textos, en las canciónes pero en la vida real no es nada fácil, te lo digo yo que me encantaba autosabotearme cuando algo no salía justo como yo lo planeaba… ahora que lo pienso era sumamente desgastante estar pretendiendo tener todo bajo control, ¡Qué cuento tan más barato esperar tener todo bajo control en un mundo con más de 7 650 millones de personas todas y cada una con tantas formas de ver las cosas, de pensar y de actuar a la vez! Ahora que te lo cuento me da risa, pero en realidad me creía capaz de tener todo bajo control. ¡Qué farsa tan grande! y por supuesto ¡Qué estrés!.

No se tú pero yo he tirado la toalla, ya no me interesa desgastarme y machacarme por cosas que no están a mi alcance, fluir como el rio, como el viento, como la naturaleza es lo que mejor me ha funcionado para ser más consciente. Esto a su vez a traído mucha más paz a mi vida y por ende a mis hijos, pues ya no me complico la vida con cosas que no están a mi alcance resolver.

No te estoy hablando de perfección, no te equivoques, te estoy hablando de dejar ser, así tan sencillo y como ya desde  hace años nos lo vienen diciendo los Beatles, simplemente “Dejar ser” o como decía Doris Day, “lo que será será”

A continuación te doy algunos ejemplos de como puedes fluir en tu crianza…

Si te equivocaste al juzgar precipitadamente a tu hijo, dejálo ser… ya está, ya pasó… aprende de la situación en curso y no te castigues, eres humano y esas cosas nos pasan.

Cuando te sientes débil y cansado, deja fluír, pláticalo con tu familía, permítete descansar en la comodidad del sofá mientras los niños hacen lo suyo, es válido sentirse vulnerable y demostrarlo.

Habla, expresa lo que sientes, lo que estás viviendo, lo que te hace falta, fluye con el lenguaje ya sea verbal o no verbal pero dejate llevar, la buena comunicación muchas veces nos ahorra tanto estrés, haz la prueba y verás cómo la mayoría de la gente son más comprensivas de lo que creías.

¿Se te ocurren más ejemplos? ¿Tienes alguna otra idea? No dudes en escribirla y compartirla, ¡Me encantaría leerte!

ES INEVITABLE HERIR A NUESTROS HIJOS

 

Hagas lo que hagas, te esfuerces como te esfuerces habrá algo que no podrás controlar, alguna nececidad que no podrás cubrir y le crearas consciente o inconscientemente heridas a tu hijo.

al escuchar está frase de una manera furtiva me sentí culpable, “¡Mierda! Estoy invirtiendo tanto empeño y fuerza y aún así no será suficiente nunca”… mis ganas de meter a mis hijos en una burbuja y evitarles el dolor crecieron más que nunca, me sentí impotente al verme tan vulnerable y darme cuenta que hay ocasiones en las que no podré hacer nada, mas que quedarme en la banca de espectador y ver pasar la vida de mis hijos ¡Puff! ¡Cuánto me aterra no tener el control de nada!.

Con el paso de los días me dí cuenta que en verdad es así, no podemos controlarlo todo y somos lo que somos en respuesta a nuestras creencias, nuestras vivencias de niños y las de nuestros padres y abuelos, crecemos ciegos siguiendo patrones que nos resultan familiares aunque duelen, la verdad es que no es tan facil reconocerce forjador de la propia vida, lo facil es quedarse pasivo y culpar al sistema, a los demás, a los padres, a los abuelos…

Comprendí que está bien no controlarlo todo, está bien fallar, para eso soy humano y si bien no puedo ahorrarle las penas a mis hijos me basta con que sepan que estoy aquí con mis errores y mi aparente apatía, para cuando decidan hablar, y sino lo deciden, no desistir, los amaré igual.

Muchos años pasé culpando a mis padres por no mostrarme afecto, por no darme esto o aquello, me la pasaba en mi agonía de no sentirme querida, y en verdad lo sentía, de lo que no me daba cuenta es que era solo mi propia perspectiva,  estaba cegada porque se sentía real y de alguna manera me gustaba sentirme tan débil; Así no tenía que esforzarme por tomar las riendas de mi vida, ya que eso está unido con mucho esfuerzo, requiere valor voltearse a ver y darse cuenta que todo lo que has construído, los muros de protección, las barreras para no ser pisoteado o lastimado son tan sólo una ilusión, porque ahí nunca hubo odio, nunca hubo rencor, mis padres no actuaron mal a propósito, no decidieron no cuidarme y no darme su protección, hoy acepto que lo sentí, me sentí mucho tiempo sola y sin amor, pero era solo mi forma de ver las cosas, estaba cegada por el miedo, me confundí tanto que no veía el amor que era evidente… muy evidente, con errores, con trabas, con quejas, con heridas, era y fue siempre amor, amor incondicional que no sabía como ser expresado.

Al final de cuentas mis padres solo aprendieron fielmente lo que les fue enseñado, me pasé muchos años haciendo de juez señalando lo que “les faltó darme” a mis padres que ni me enteré que eso lo podía pedir, era digna de pedir y de merecer y no lo sabía, no me atrevía a hablar porque mi creencia era de no merecimiento, no merezco la pena; Ahora bien ¿Cómo puedo detectar esto en mis hijos? seguramente habrá un libro con tips, con temas a tratar pero ni toda la teoría del mundo me va a servir sino abro mi corazón y decido ver con amor lo que antes ví con resentimiento, era sólo mi forma de percibir las cosas y no la realidad, la realidad la distorcione al creerme victima de las circunstancias.

¿Para qué te cuento esto?

Para que te perdones y veas que en realidad no hay nada que perdonar, cuando eliges ver las cosas con amor, la mirada de victima se desvanece y te das cuenta que las cosas no pudieron ser de otra manera, aceptarlo y rendirse puede ser muy sanador y liberador…

Si jugamos a ser Dios tratando de evitar a toda costa el dolor y el sufrimiento en nuestros hijos les vamos a cortar las alas, les cortaremos las alas para que no tropiecen, para que no se vayan tan lejos, para que no se caigan y estará bien por un tiempo, mientras vivan con nosotros, pero cuando sea el momento de despegar no podrán pues sus alas estarán débiles y rotas, se quedarán estancados y no sabrán por que, el dolor y el sufrimiento tienen su razón de ser y si bien no es necesario para crecer muchas veces es la única forma que logramos reconocer para movernos de sitio, para avanzar, nos sirve para practicar, para darnos cuenta que es lo que ya no queremos y lo que sí,  para dar un paso, está ahí porque quiere ser vivido y experimentado, no quiere ser ignorado y dejado de lado pues es tan puro y sanador que se quedará silenciosamente hasta que estemos preparados para enfrentarlo, para trascenderlo.

El oro para ser oro primero pasa por el fuego, antes es tan solo una piedra, un metal,  entonces porque evitamos a toda costa que nuestros hijos pasen por cosas díficiles…no está en nosotros decidir que es lo que les vamos a ahorrar o no, los trajimos al mundo para amarlos, apoyarlos, guiarlos lo mejor posible aceptando que aún y con todo el amor y con toda la dedicación algo habrá en lo que vamos a fallar, pero eso es sano, eso es el amor, sobrellevar las olas del mar y quedarnos quietos en el barco, domando las olas de nuestro interior es cómo podemos alcanzar la paz, una paz que con tormentas y olas rebeldes permanece pues los problemas no se acaban, lo que cambia es nuestra forma de enfrentarlos, aceptando ir con la corriente, aunque vaya fuerte, aunque llueva, aunque suba la marea aunque tengamos miedo, confiando en que vamos a llegar del otro lado  confiando en que el amor nos devolverá a donde haya tierra, donde podamos bajarnos y caminar ya que haya pasado la tormenta, pero sino viajamos, sino emprendemos ese viaje nunca llegaremos al otro lado del mar en donde hay grandes frutos, en donde el sol sale todos los días y nuestras preocupaciones se han convertido en cosas banales aceptando que no podemos controlar nuestro exterior.

Está en nuestras manos  confiar en nuestra fuerza interior, en el Dios que vive en ti y en mí y abrir nuestro corazón y amar… simplemente amar.

Y si sientes miedo ¡Síentelo, vívelo…trasciendelo! Pero no lo ignores, te quiere mostrar algo.

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