En nuestra rutina habitual estamos muy contaminados, tendemos a pensar que los niños nos estorban, que son una carga con la que estamos limitados, pensamos cosas como:”¡Estos niños me dejan cansadisíma, me sacan canas verdes!” Idealizamos la vida que sería de nosotros si fueran mayores, sí tan solo tuvieramos más tiempo para nosotros…
Yo también solía pensarlo, me acurruque con la cobija de mi zona de comfort y me quedé mucho tiempo recostada en mis excusas, “Esque no puedo, los niños aún son muy pequeños” Mi deber de madre “Super Héroe” me llamaba a estar disponible las 24 horas del día, soy tan indispensable y no puedo hacer nada más y así será hasta que crezcan pensaba…
¡Que equivocada estaba! Si algo he aprendido en el transcurso de este año es que el momento indicado para algo nunca llega, si nos la pasamos postergando nuestros ideales, nuestros anhelos solo porque aun no es el tiempo indicado, nos quedaremos esperando y postergando toda la vida…
Los niños no son una carga, lo vemos desde el lado opuesto de la situación, porque en lugar de pensar que estorban al planchar, a hacer el quehacer, que nos estorban cuando queremos leer algo de interés, tendemos a actuar mal, pues no los incluimos en nuestra rutina, los apartamos desde el principio de nuestra vida y nuestras actividades en lugar de integrarlos.
¿Qué de malo tiene llevar a tu hijo de vez en vez a la oficina?, ¿Ponerle una peli mientras planchas la ropa y platicar con el mientras pasan los comerciales? ¿Tenemos que hacer todo el tiempo un programa especial para que se diviertan todo el tiempo? ¿Hay que dejar todo lo importante realmente para cuando estén dormidos? Seguramente habrá cosas o situaciones en donde no los podamos incluír en nuestra rutina, más nosotros somos su guía y si escondemos lo mejor que sabemos hacer como seres humanos para cuando se duerman o no estén…
¿Cuándo van a aprender con el ejemplo?
¡DEJA DE APARTAR A TU HIJO DE TU RUTINA HABITUAL!, es parte de tí y merece ser incluído, ¡Haz lo mejor que puedas con los medios que tengas…será perfecto!
Juega, canta y haz tonterías mientras se preparan para la escuela.
empieza el día dando gracias, un alma agradecida va de mejor humor por el mundo.
10 minutos leyendo juntos, jugando a las Barbies o platicando son mejor que nada, todo es válido,
si te apetece ir a correr, a caminar o a pasear al perro no dejes a tu niño en casa enchufado a la tablet invitálo a pasear ya sea que se lleve el monopatín o la bici, estarán cogiendo aire fresco y aprendiendo a cuidar su bienestar fisico mutuamente.
CALIDAD NO CANTIDAD, lo que tus hijos recordarán al final, no son los miles de juegos de mesa que tienen, sino las veces que te sentaste con ellos a jugar y a disfrutar juntos, dejando de lado las preocupaciones, el móvil y la rutina… despúes de esa media hora estarás como nueva para hacer la colada y quien sabe, quizá tu hijo te acompañe tambien a doblar ropa…
Nunca te sientas culpable por no tener suficiente tiempo o por no tener suficiente dinero, lo que logras día a día es parte de tu esfuerzo, no te menosprecies, lo estas haciendo de la mejor manera que tu yo actual te está brindando… la culpa es el peor enemigo de la paz. ¡Hechala pa’ fuera!
Abraza, abraza y vuelve a abrazar cada que te acuerdes a tu hijo de 10 años o a tu bebito de meses…no hay nada más reconfortante que un abrazo sincero, entre más contacto físico tenemos más amados nos sentimos, funcionamos mejor, no importa si te da pena o sino estas acostumbrado acuerdáte que la práctica hace al maestro, veras como tú y tus hijos se sentirán más completos…
Y por último acuerdate que MENOS es MÀS… ¿De qué le sirve a tu hijo visitar mil cursos extracurriculares, saber inglés y fránces si al final no es un ser humano alegre y compasivo?
Enseñale con el ejemplo a trabajar y a ganar sus propios logros.
¡Te deseo un muy buen inicio de semana! Estoy muy contenta de poder escribir por aquí de nuevo, sinceramente, extrañe bastante este espacio.
Un abrazo apretador.
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