Ser padre o madre de familia no es cosa cualquiera hay veces que no sabemos ni por donde empezar, como gestionar nuestros pensamientos y emociones y un sin fin de dudas invaden nuestro ser.
A continuación te comparto un pequeño manual de amor para la crianza consciente extracto del libro, “Hijos tiranos o débiles dependientes” de la autora Martha Alicia Chávez.
Madres, padres, ¡por favor adoren a sus hijos!
- Exprésenles su amor con palabras, con abrazos y besos. No den por hecho que sus hijos saben que los aman; ellos necesitan escucharlo y sentirlo.
- Cuando ellos cometan un error, aliéntenlos y muéstrenles el camino correcto, en lugar de rechazarlos o despreciarlos.
- Cuando les den dinero para la colegiatura, los zapatos, la comida, el cine, háganlo con gusto, en lugar de poner una mala cara y dar ese dinero con reclamos y quejas. Como padres, les corresponde cumplir con el sagrado compromiso de mantenerlos.
- Cuando les den un consejo, háblenles de las experiencias de su vida que les llevaron a aprender eso.
- Si quieren que sus hijos les cuenten sus cosas, no los interroguen. Ustedes cuentenles acerca de sus sueños, sus proyectos, sus dudas y certezas y sus reflexiones profundas sobre la vida.
- Cúmplanles todo lo que les prometen, para que ellos puedan aprender a confiar y a creer.
- Déjenlos ensuciarse en el lodo de la vida y quitárselo de encima por sí mismos.
- No les quiten el gozo de lograr y triunfar, haciendo todo por ellos.
- Díganles NO firmemente cuando tengan que hacerlo, aunque se enojen y lloren, porque así desarrollarán la habilidad de adaptarse a todas las situaciones de la vida y la fortaleza interior para sobrevivir emocionalmente a las etapas díficiles.
- Crean en ellos y háganselos saber.
- Cuando caigan, permítanles levantarse por sí mismos, permítanles al menos intentarlo, sabiendo que su mano está ahí por si en verdad la necesitan.
- Ámenlos incondicionalmente, y cuando los reprendan por algo, déjenles saber que desaprueban esa conducta, pero que de todas maneras los siguen amando.
- Apóyenlos para realizar sus sueños, no los sueños de ustedes, porque es función de los padres ayudar a sus hijos a cumplir la misión para la cual están aquí.
- ¡Nunca permitan que los maltraten!, porque esto viola las sagradas Leyes de la Jerarquía, les cierra las puertas a sus hijos y les hace la vida más díficil.
- Y acéptenlos tal como son, porque lo más importante para un hijo es saberse aceptado, amado y aprobado por sus padres.
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