Querida Mamá, querido Papá:
Después de una larga y obligada pausa (que ya te contaré a su debido tiempo más a detalle) vuelvo a este espacio que con tanto cariño e ilusión cree para nosotros. ¡Bienvenido de nuevo a nuestro espacio consciente de crianza!
Para mí, la crianza consciente definitivamente es fluír… con los errores, con la monotonía del diario, con los problemas y desafíos… es darte un respiro y realizar que eso que está pasando lo creas bueno o malo trae consigo una bendición y un aprendizaje, independientemente si somos capaces de reconocer la bendición y aprender de lo vivido.
Fluír se escucha super bonito en los textos, en las canciónes pero en la vida real no es nada fácil, te lo digo yo que me encantaba autosabotearme cuando algo no salía justo como yo lo planeaba… ahora que lo pienso era sumamente desgastante estar pretendiendo tener todo bajo control, ¡Qué cuento tan más barato esperar tener todo bajo control en un mundo con más de 7 650 millones de personas todas y cada una con tantas formas de ver las cosas, de pensar y de actuar a la vez! Ahora que te lo cuento me da risa, pero en realidad me creía capaz de tener todo bajo control. ¡Qué farsa tan grande! y por supuesto ¡Qué estrés!.
No se tú pero yo he tirado la toalla, ya no me interesa desgastarme y machacarme por cosas que no están a mi alcance, fluir como el rio, como el viento, como la naturaleza es lo que mejor me ha funcionado para ser más consciente. Esto a su vez a traído mucha más paz a mi vida y por ende a mis hijos, pues ya no me complico la vida con cosas que no están a mi alcance resolver.
No te estoy hablando de perfección, no te equivoques, te estoy hablando de dejar ser, así tan sencillo y como ya desde hace años nos lo vienen diciendo los Beatles, simplemente “Dejar ser” o como decía Doris Day, “lo que será será”
A continuación te doy algunos ejemplos de como puedes fluir en tu crianza…
Si te equivocaste al juzgar precipitadamente a tu hijo, dejálo ser… ya está, ya pasó… aprende de la situación en curso y no te castigues, eres humano y esas cosas nos pasan.
Cuando te sientes débil y cansado, deja fluír, pláticalo con tu familía, permítete descansar en la comodidad del sofá mientras los niños hacen lo suyo, es válido sentirse vulnerable y demostrarlo.
Habla, expresa lo que sientes, lo que estás viviendo, lo que te hace falta, fluye con el lenguaje ya sea verbal o no verbal pero dejate llevar, la buena comunicación muchas veces nos ahorra tanto estrés, haz la prueba y verás cómo la mayoría de la gente son más comprensivas de lo que creías.
¿Se te ocurren más ejemplos? ¿Tienes alguna otra idea? No dudes en escribirla y compartirla, ¡Me encantaría leerte!